"Escribir es soñar despierta, imaginar en palabras, grabar los pensamientos, atravesar muros, saltar barreras, burlar límites, traspasar fronteras, vivir en libertad"
Solariana Penalva

lunes, 14 de junio de 2010

Ignorar la ignorancia

Oh, qué dulce y amargo sabor, éste que me reconforta por años, que me nutre y me proporciona vida y placer, que me permite continuar mi camino, errante, pero resuelta, desesperada, pero osada, vieja, pero joven.

Ellos no se dan cuenta..., ¡ilusos!, caen en mi tela de araña con tanta facilidad..., ¡débiles!..., pero bellos, porque qué bellos los hace ser ese fluido que los recorre por dentro, ese fluido carmesí que es mi inspiración y es mi sustento, que es mi locura y a la vez lo que me mantiene cuerda, ¿o no...?, ¿acaso es cordura vivir pisando este planeta por toda la eternidad?, ¿y si estuviera loca...? sí, supongamos que mi mente no funciona como debiera, incluso que ni siquiera soy lo que creo ser..., tal vez solo sea una persona normal que ha perdido la razón; tal vez este mundo inmenso que se repite y se recicla, que nunca deja de existir a través de siglos y más siglos, sólo sea un establecimiento psiquiátrico del que no pueda escapar.

Y qué importa..., qué más da, ¿acaso no es lo mismo vivir encerrada por toda la eternidad en un mismo planeta que una vida entera entre los límites diferenciados de un manicomio? qué más da, si puedo seguir alimentándome, si puedo seguir degustando el sabor acre y dulce de la sabia que me mantiene con vida.

Escapar..., esa sería la clave; escapar al placer que me produce ese sabor; escapar a mi intento de supervivencia; escapar a mis instintos, escapar a mi naturaleza, escapar, ¡escapar!.

Debo trazar un plan para poder escapar de éste, mi nudo gordiano, eludiendo, obviando, esa duda, esa confusión, ese aleteo mental que me impide saber cuál es la realidad que vivo; ignorando mi ignorancia, sólo así lograré escapar.

De este modo, no importa si vivo prisionera de la eternidad o de una institución psiquiátrica, lo importante es dar con el plan ideal que me permita salir de donde estoy; la muerte, sólo la muerte podrá ser mi aliada.

Me resistiré, me resistiré a mis impulsos, me resistiré a mi atracción, me resistiré a mi tendencia a permanecer..., a ser eterna..., me haré libre, ¡libre por fin!

¡Mi propia sangre será la última que beba, cuando destroce mis dientes contra esa roca, cuando golpee mi rostro contra ella una y otra vez, desangrando mis encías y viendo rodar mis piezas dentales, mis amados colmillos, como piedras inservibles tiradas por el suelo, envueltos en sangre, esa que jamás volverá a servirme de alimento!

.....Han pasado años, pero no he muerto; aunque hora por fin he recuperado mi aspecto, el que me corresponde; soy una anciana desdentada y espero morir pronto; tal vez no dure más de lo que dure en mi plato esta sopa de pollo con fideos, ¿o es de pescado...? Y qué importa..., es igual que la de ayer, y que la de anteayer, y que la que me dieron los siete días de la semana pasada, y los de la anterior.....












Solariana Penalva

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