"Escribir es soñar despierta, imaginar en palabras, grabar los pensamientos, atravesar muros, saltar barreras, burlar límites, traspasar fronteras, vivir en libertad"
Solariana Penalva

lunes, 26 de julio de 2010

El Estanque Azul

Good Friday - Coco Rosie





Magia en el bosque...,
¡silencio!,
duermen las ondinas ya
en el estanque azulado.

Tienen un jardín flotante,
donde invitan a los duendes
a bañarse por las tardes,
y un rincón privilegiado
donde se refleja el cielo
que les trae todos los días
un trocito del océano.

Entre azul y más azul
entona la ondina su canto.
No es un blues, tampoco un soul,
es como si cantara un ángel
en el infinito azul
reflejado en el estanque.


Solariana Penalva

viernes, 23 de julio de 2010

La Mañana llora (De Libélulas y Ruiseñores...)

Peer Gynt, Edvard Grieg


Una libélula libera el plancton volátil de su circuito alado alrededor del estanque.
Un ruiseñor ensaya gorgoritos entre el centelleo salpicado de "paillettes" matutinos que cubre de manchitas claras y brillantes las toscas ramas agrisadas de los árboles.
Un niño llora entre los brazos de su madre, sentada sobre las verdes maderas de un banco, aferrado a un pecho estéril que antaño lo amamantó.
Una tortuga recorre un pequeño trecho de la veredita del parque, haciéndolo aparecer como una larga autopista de peaje.

Una mujer llora lágrimas invisibles; sus ojos permanecen fijos en aquel pensamiento, inmóvil, invariable, con la mirada perdida en el infinito de su alma, unos ojos que manifiestan la profundidad del océano o del campo en primavera, intensos, con la intensidad del viento que mueve las olas, como un espejo, reflejando el penitente morado ornado en oro de la flor que contemplan.

La mañana llora mientras la libélula trata de distraerla y hacerla olvidar su pena. Dentro de unas horas ya nada será igual... Las sombras harán que el paisaje aparezca diferente a nuestros ojos. El sol se colará por el embudo de la atmósfera atravesando su tamiz, que divulgará sus rayos como flechas doradas o transparentes, que incidirán sobre todo lo visto con anterioridad y nos hará preguntarnos: "¿Acaso no vi antes este escenario?" Y dudaremos porque la sombra que proyecta la tortuga ya no se parece al pensamiento oro y morado que incide en el iris confundiendo cualquier apreciación no confirmada antes de caer la tarde.













Solariana Penalva

lunes, 12 de julio de 2010

Te tengo y no te tengo













A veces te tengo en mis largas tardes,
te tengo, dentro de mis vacíos pensamientos,
te tengo porque creo tenerte, atrapado en el enredado limbo de mi frente;
pero, al minuto siguiente,
observo desconsolada que no te tenía,
que era mentira, ilusión, solamente.
Y juego de nuevo a tenerte
cuando compruebo horrorizada que ya no te tengo
y es entonces cuando comprendo
que sólo te tuve en mi pensamiento.

Ahora mi ilusión se desvanece
y a pesar de que sé que no te tengo,
mi alma te contempla indiferente,
creyendo por un momento que no era cierto y todavía te tengo,
en el engaño cruel de una mente ciega
que no es capaz de ver que no te tengo,
ni jamás te tuve, ni adivino si ese error fue sólo un sueño.

No te tengo, lo sé,
pero qué dulce el engaño,
y qué cruel verdad la que me aturde
en mis noches de almohada intransigente.
No te tengo, lo sé, mas de repente,
quisiera creer que sí te tengo,
y esa mentira me la creo,
y juego a soñar que eres mi dueño,
hasta que despierto de ese juego
y con la claridad del alba veo
que nunca te tuve ni te tengo.


Solariana Penalva

viernes, 2 de julio de 2010

Escritura breve


"No hay peor ciego que el que no quiere ver"...






A veces


A veces la arena es fina, tibia, los días soleados, el aire huele a limpio, el corazón se solaza, se respira la paz.
Un caracol se desliza por una rama de la enredadera, que se abraza sin pudor al muro que hay junto a ella, mientras, un corazón de nuevo late a ritmo acompasado, y otro corazón, suspira y presiente un mañana.
La lluvia ha cesado, la tormenta llegó a su fin, el día esclarece, el arco iris alumbra, puede verse el mañana.
El caracol ha continuado su camino, ya no se le ve, una rana croa y la libélula pintada de azul plateado que hace días nos visitó, hoy ha regresado para alegrarnos la vista y juguetea a nuestro alrededor posándose en el borde de la fuente con sus alas de metacrilato extendidas reflejando los rayos del sol para de repente alzar su vuelo sin previo aviso; pero no se va, sigue revoloteando muy cerca para que podamos seguir contemplando ese tono de azul plateado que se refleja en nuestro iris y se cruza en nuestra miradas y nos hace seguirlo con la vista, penetrar el cristalino, ahondar en el interior y viajar hasta lo más profundo de tu alma y la mía y allí poder descansar porque todo está igual que afuera: la arena es fina, tibia, el día soleado, el aire huele a limpio, el corazón se solaza y se respira la paz.

Solariana Penalva



Caminaba

Caminaba herida por la senda equivocada...

Alcé la vista y distinguí un camino alegre, llano y bordeado por las flores.

Decidí caminar por él y mis heridas sanaron.

Solariana Penalva



Hay un pez

Hay un pez que trasluce su color bajo el agua,

es dorado y rojo a la vez, alegra las miradas.

De ello te darás cuenta si lo ves.

Solariana Penalva



Las plumas restauradas

Un ave regresa de tierras lejanas,
en su pico trae una rama, en sus ojos el brillo del sol,
en sus alas, el poder y la fuerza de los dioses,
y sus plumas, con la suavidad del armiño y el brillo de mil diamantes,
relucen como guerreras armaduras bajo la luz dorada del sol.

Solariana Penalva