![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwcV3Ax6FlxcApkHXW8B8pCxnw22F4hE_ExBilnKksHCerlSk9Zwe07gonCzfDZ5RbwJav2BtCe0qhoYBvFpJ7K1wtxeA8MLdN0rId4ar7BdM8qtphu53CytF9e1qjE0ysvxdl_9NYPmk/s320/clavel+invisible+inversi%C3%B3n+b+r.jpg)
A veces te tengo en mis largas tardes,
te tengo, dentro de mis vacíos pensamientos,
te tengo porque creo tenerte, atrapado en el enredado limbo de mi frente;
pero, al minuto siguiente,
observo desconsolada que no te tenía,
que era mentira, ilusión, solamente.
Y juego de nuevo a tenerte
cuando compruebo horrorizada que ya no te tengo
y es entonces cuando comprendo
que sólo te tuve en mi pensamiento.
Ahora mi ilusión se desvanece
y a pesar de que sé que no te tengo,
mi alma te contempla indiferente,
creyendo por un momento que no era cierto y todavía te tengo,
en el engaño cruel de una mente ciega
que no es capaz de ver que no te tengo,
ni jamás te tuve, ni adivino si ese error fue sólo un sueño.
No te tengo, lo sé,
pero qué dulce el engaño,
y qué cruel verdad la que me aturde
en mis noches de almohada intransigente.
No te tengo, lo sé, mas de repente,
quisiera creer que sí te tengo,
y esa mentira me la creo,
y juego a soñar que eres mi dueño,
hasta que despierto de ese juego
y con la claridad del alba veo
que nunca te tuve ni te tengo.
Solariana Penalva
No hay comentarios:
Publicar un comentario